¿Mi color...?

Mi color es Blanco.
Luz de paz, luz densa, luz que te acaricia...

Mi sabor es dulce.
Como el tomate maduro, como la baba de un niño, como el miedo superado en mi boca...

Mi aroma es rústico.
A tierra mojada, a polvo del camino, a electricidad en la noche atormentada...

Mi piel es áspera.
Con callos de costumbre, con grietas de descuido, como cuero abandonado...

Mi voz es, por ti, dos tonos más grave a veces...



En mi reino,
la nieve es fuego,
su espíritu es de una fragancia onírica,
la prosa es verso,
el verso música,
la música te hace entornar los ojos...
rodeando de esa luz del atardecer que tanto te relaja tu mirada de bruja sabia...

En mi reino, el alma venció a las tinieblas.

En mi reino, sólo las piedras mandan, cuando mis ojos las acarician.
Las recojo, las enseño, las ofrezco, las necesito...

En mi reino,
los árboles son mis soldados,
invencibles,
eternos,
grandiosos...
Quien contra ellos lucha,
muere de ansiedad...

En mi reino,
la niebla acompaña tus pasos,
logrando la trasmutación inevitable de ti, Reina Negra....en mi Reina.

En mi reino,
no hay maldad ni codicia,
no hay cansancio anodino,
no hay purga de pensamiento,
no hay sopor corrosivo,
no hay...
nada que yo no quiera.

En mi reino,
mi Caballo Blanco galopa solitario hasta el borde del abismo,
allí donde la negrura se hunde en la pena,
allí donde mis enemigos golpean sin cesar fraguas de envidia.

En mi reino,
mi Caballo Blanco ha hecho,
al fin,
su trabajo y, ahora...
manso come de mi mano,
feliz...


En mi reino,
yo, El Rey Blanco,
descansando en mi Tanuris,
donde el Nilo muere de vida,
lejos de donde mis enemigos me buscan,
perdidos en su impía y corrompida mala fé,
mucho antes de que nadie supiera de mi existencia...

te miro al encontrarte.


En mi reino,
YO,
El Rey Blanco,
coronado por afilada guirnalda,
armado de un simple bastón mágico,
someto a mis enemigos,
mientras Horus me observa,
reposando sobre tu hombro,
Reina mia.