VUELVEN LOS ÁRBOLES AMARILLOS...

VUELVEN LOS ÁRBOLES AMARILLOS...

Penumbra en silencio...

Penumbra en silencio...

COLORES MAGICOS EN MIS ARBOLES

COLORES MAGICOS EN MIS ARBOLES

COMIENZA UN NUEVO DIA...

COMIENZA UN NUEVO DIA...
...EN MI DESIERTO...(Erg Chebby)

viernes, 28 de mayo de 2010

Estoy hasta los cojones...¡¡¡¡




Ya empiezo a estar harto.
Creo que ya no puedo más,
y eso no me gusta;
es el principio de una derrota.

Cuando más falta me hace el espacio,
la puta rutina me envuelve,
y,
me ahoga.

Se suma a todas las demás cosas,
que intento olvidar,
para que no me afecten,
pora poder tomar decisiones sin presión,
y que son muchas....

Pero no,
esta puta vida aprieta y aprieta,
y ni las válvulas de escape que me invento,
funcionan ya.

Quiero recomenzar,
incluso a mis años,
porque lo siento así,
porque lo necesito,
porque me hace ilusionar....
mirar con esperanza.

Pero la sensación de...
...última bola,
última oportunidad,
último tren,
última esperanza...

...aún es peor.

Hoy no me apetecen los adornos literarios.
Todo el espacio que me envuelve,
está presionando,
por todos lados,
a la vez,
al mismo tiempo,
y,
aunque lo que necesito es "dormir",
no puedo.

Estoy hasta los cojones...¡¡¡

martes, 25 de mayo de 2010

En este orden.....







.....¡¡¡YA!!!

domingo, 23 de mayo de 2010

Me desesperas........




A veces no puedo pensar en nada más....







Me obsesiona...

Tu...


Dulce

Tierno

Húmedo

Cálido

Eléctrico

Aspero

Sensible

Esquivo

Terso

Deseado

Escondido

Ruidoso

Recogido

Tembloroso

Desesperante

....¿Donde está mi postre?




Te pienso




El día discurre demasiado lento.

Es gris.

Es duro.

Es tenso y agobiante...


Problema, tras problema,

solución tras solución...nunca tiene fin.

Todo sucede demasiado deprisa,

demasiado lento...no lo sé.

Los latidos de mi agitado corazón bombean aire al estres...

al agobio,

a la presión,

la mayoría de las veces autoimpuesta...


Pero,

de vez en cuando,

un halo negro, brillante, suave, tierno, pausado....

cruza mi mente y,

te pienso....

te recuerdo,

te ansío,

te deseo,

te necesito,....


Sin embargo...

solo te pienso.


Pero ahora el día ya no es gris....


Yo sé....



Yo sé,
lo que escucho de tus labios...
También sé,
lo que de ellos no sale....

Recojo,
lo que tus manos me ofrecen...
esperando,
ayudarles a sostener la nada,
o todo...

Veo, cómo te miran,
cómo desde fuera te ven...
cómo te desean, que es...
como yo, lo sé.

miércoles, 19 de mayo de 2010

viernes, 14 de mayo de 2010

jueves, 13 de mayo de 2010

Capítulo. XVII: "Johnny's Blue"







La noche había sido espantosa. Casi se sintió morir. El frio consiguió atenazar más aún sus articulaciones de lo que jamás creía que pudiera soportar...

Había permanecido en una postura antinatual, apoyado de costado, trabadas sus piernas con los tablones de la caja, aquella caja maldita.

El frio que sintió le desorientó aún más de lo que estaba. Durante las largas horas de oscuridad, su mente, insegura y adormecida, intentaba ubicar su cuerpo, sus recuerdos, su absurda postura....

La claridad llegó como de improviso. Una tenue luz muy localizada frente a él, que comenzó callando el sonido de la noche. Creía haber estado escuchando pasos, roces, chasquidos,...animales. Cada vez que ese viento contínuo y helado daba una pequeña tregua, el creía escuchar algo distinto, algo...cada vez más cercano.

A su estado, sumó un miedo atroz a lo que se movia a su alrededor.



La claridad, le hizo entrever un horizonte muy lejano; contornos suaves, planos, oscuros....El sol iba a salir justo enfrente de sus ojos.

Empezaba a ser consciente de que estaba en el campo. "Estoy en los Monegros", pensó...

Como hijo de emigrantes aragoneses, conocía muy bien aquellos paisajes. Se crió en un caserío perdido, a medio camino entre Pina del Ebro y Gelsa, pero lejos del rio. Conocía muy bien la sensación de aridez que le rodeaba, porque de niño, pateó polvo, piedras y caminos corriendo en todas direcciones....soñando que al fin podría escapar de allí.

Y de nuevo se creyó en su hogar, aunque algo no le cuadraba....

Retazos de lo que había sucedido, cruzaban su mente. Comenzaba a recordar. Imágenes inconexas, ruidos, sabor dulce....Oscuridad.

Pasaron los minutos, pocos...y su mente de pronto se colapsó....nada. Estaba rodeado de la nada, en todas direcciones, como pudo ver al medio girar su dolorido cuello.

Se recompuso y, haciendo un esfuerzo sobrehumano, giró su cuerpo, quedó de espaldas, clavándose las tablas en su columna y, con machacona insistencia, aunque escasa fuerza, comenzó a golpear con los pies una de las esquinas de la caja, que parecía estar suelta.

Fué más fácil de lo que esperaba. Ese lateral cedió casi de improviso y sus piernas cayeron rectas por primera vez en horas, sobre ellas y el polvo del suelo. De repente comenzó a sentir partes aisladas de su cuerpo. La sangre parecía querer volver a circular con prisas. Empezó a sentir esas incómodas "cosquillas" de cuando un miembro se nos "despierta", pero con una violencia inusitada. Era dolor y, estirándose cuanto pudo, chilló de desesperación. Aunque sabía que pronto pasaría, unas lágrimas inundaron sus ojos, consiguiendo una suerte de barrillo fruto del polvo y tierra acumulado durante la noche; quedó temporalmente ciego y, su pobre alma no alcanzó más que a insultar a su suerte a su entorno y a cualquier cosa que le venía a la cabeza. A unos pasos, un jerbo retrasado en su retiro diurno, apoyado en su cola y con las patas delanteras levantadas, miraba el "extraño suceso" frente a él, conocedor de que nada le haría. Al menos así había sido toda la noche. Como con desdén, giró su cuerpo y a toda velocidad desapareció en.....algún lugar del suelo.

Mientras, el infortunado taxista, que poco a poco volvía a tener el control de su cuerpo, al contrario que su mente que ya hacía rato que la había recuperado...empezó a ser consciente cada vez más de lo inexplicable de la situación...Mientras, su cuerpo, por un instante desconectado de su voluntad, se había orinado......



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Lo que ella no sabía era que "El León Blanco", era uno de los locales de franquicia internacional de la cadena de El Rey Blanco. Una serie de cafeterías, bares o pubs, incluso hoteles y restaurantes que, según la zona, se destinaban a desayunos de trabajadores, para tapas de media jornada e incluso como este, a vida nocturna.

Justo al lado de su trabajo había uno, donde suelen desayunar albañiles, oficinistas y algún jefe perdido, aunque ella iba al de la placita, El Guerrero Blanco,... nunca se había fijado en el nombre y aún no era consciente....



Al girase vió un local a media luz, con decoración extrañamente conocida...madera, paredes y muros de piedra, que parecían auténticos, luces muy localizadas, que permitían la intimidad de una mesita a otra, incluso en la barra. No era muy grande, lo suficiente como para permitir tener zona de fumadores separada, con un letrero extemporáneo que así lo indicaba, según no sé qué real decreto...Al fondo, un pequeño escenario con un grupo de músicos, impecablemnte vestidos de blanco, acababa de terminar un tema.....La cantante, inmensa, enorme, negra...le recordó inmediatamente a Big Mamma Thorton...Miraba al público expectante pero marcando una extraña autoridad. Hizo una seña y, recogiendo su whisky del suelo, se retiró al fondo. La gente los miraba como hipnotizados, pero no aplaudieron. Esperaban más.

Caminó en un estado de excitación extraño y demasiado "casual" hacia la barra, en el rincón, donde podía ver el escenario en diagonal, como a unos 10 metros. Justo en la esquina, un camarero, apoyados sus codos sobre la barra, observaba embelesado la actuación, aunque, al llegar ella y sentarse a su lado, la miró y casi juraría que hasta se sobresaltó. De momento, se envaró..."¿Que va a ser?". Preguntó. "Ron cubano con limón y Coca Cola Zero, sin hielo, por favor", contestó. Y sin darle más importancia, giró su cuerpo al escuchar unos solitarios acordes que preludiaban un nuevo tema, apoyando su brazo sobre la barra y dejando enganchado su bolso en un ganchito medio roto, a la altura de su muslo derecho. Cruzó las piernas como sólo ella era capáz de hacer, casi retorciéndolas, y sintió una punzada de placer entre ellas que aún era incapaz de comprender.....

"Ese extraño café con sabor a vainilla y...del hotel me está afectando...", pensó.

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De pronto, los acordes callaron. (play la música, por favor...volumen alto y leed despacio...)

Un contrabajo comenzó a rasgar unas notas machaconas, hipnóticas.....

El batería, con frenética vitalidad, inició un ritmo insoportable.....

Sin solución de continuidad, todo el grupo se unió, con un volumen suficientemente alto como para que casi se dejara de respirar.

Dali se sintió sobresaltada. El desconcierto que la envolvió la había cogido por sorpresa. Apretó más aún las piernas, intentando evitar seguir el ritmo embriagador, electrizante, insoportable. Pero fué peor.

Nadie en el local pudo quedarse inmovil. Todos marcaban el ritmo con sus cuerpos....

El trompeta, alto, estirado, sonriente y....¡¡mirándola fijamente¡¡, se adelantó a los demás y comenzó a tocar...Si, la miraba, y la Mamma también...¿Era su imaginación?.....No, la banda entera tocaba para ella, como forzándola a sumergirse en la espesura de la música, de ese jazz racial, sencillo, machacón......frenético.....La atmósfera del local se había espesado, la cantante negra, aún en el rincón, comenzó a acompañar con palmas el embriagador compás, mientras de una lado a otro movía su cabeza, con los ojos semicerrados, mirándola y como entrando en un trance difícil de evitar.

De pronto el saxo tenor se hizo con la sala, quitándole todo el protagonismo al trompeta, que casi agotado, se limitaba a acompañar desde detrás del batería.....

Pasados unos compases, como el agónico preludio a un orgasmo, el paroxismo pareció desaparecer de todos y de ninguno a la vez...bajó el volumen y un piano, blanco y brillante, acariciado por un joven con gafas y aspecto desaliñado, decidió que hasta ahí había...aguantado. Se hizo con la sala, se abalanzó sobre la atención del público y les hizo reposar en sus asientos. Los de las mesas, se miraban y sonreían....Los del sofá de la esquina se arrellanaron dejándose convencer....En la barra, Dali no podía creer lo que le pasaba, ese calor interior empezaba a ser tan sexual que tuvo que juntar sus piernas hasta casi dormirlas, mientras con su mano izquierda se presionaba el pubis....Ni siquiera se había dado cuenta de que ya tenía la copa a su lado, sobre un posavasos redondo, con un león albino cuya mirada altiva se enmarcaba en un reborde de letras festoneadas, adornadas con espinas, que rezaba..."Bienvenida; Bolero te guiará hacia tu destino..."

Cuando comprendió lo que acababa de leer la respiración se le paró..... los ojos paralizados, la música cada vez más frenética...



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De pie, desnudo, con los brazos caidos a lo largo de su paticorto cuerpo, miraba al infinito, más allá de lo que su escaso entendimiento le dejaba procesar...No, aquello no eran los Monegros.

En el más lejano de los horizontes que jamás hubiera imaginado, una línea suave, irregular, contínua, rodeaba toda la extensión que sus ojos eran capaces de ver. Se encontraba en el centro de una planicie seca, llana, silenciosa, polvorienta, desolada....limitada por una cordillera negra que de tan lejos, parecía inalcanzable.

El sol ya empezaba a ser un problema y más para su blanca y lechosa piel. Miró otra vez a su alrededor, con pasmo, con miedo de confirmar lo que ya era un hecho....Solo, abandonado en Dios sabe dónde, no acertaba a comprender....

Cuando más bloqueado se sentía, reparó de nuevo en la caja, la maldita caja...En los tablones gastados, clavados con puntas oxidadas, se podía leer una inscripción hecha a mano: "Caballo Blanco a Rey Negro; Jaque Mate".

Fernando, cayó de rodillas y empezó a llorar; ahora lo comprendía todo.

________-

Dejó terminar la música. Dejó que su corazón se calmara. Esperó a que sus manos dejaran de temblar.

Agarró su copa y, sin dejar de mirar al posavasos, dió un largo y pausado trago. Sintió deslizar el fresco y dulzón líquido por su garganta mientras su imaginación estaba muy lejos, en el espacio, en el tiempo.

¡Qué coño está pasando¡, se dijo a sí misma. No acertaba a comprender nada. ¿Al entrar me han hablado de él, o lo he imaginado?. ¿Por qué me siento tan turbada?.....Apuró su copa, y con prisas dejó el local rumbo al hotel. Al salir buscó con la mirada, pero sin fé, esa dama blanca que la había abordado de manera tan fantasmal.....Nadie. La empedrada y empinada calle, medieval, sombría y mal iluminada, parecía por momento estrecharse. Sintió un agobio irresistible, un miedo animal, un ansia vital que le impedía respirar con tranquilidad. Echó a correr....Calles cada vez más oscuras, se cruzaban, se sucedían.

Desorientada llegó al hotel, casi media hora después de haber salido del León Blanco....Recogió malhumorada su llave en recepción y subió apresurada la amplia escalinata del edificio medieval....Rodeó con paso rápido pero inseguro la galería porticada que se volcaba a ese patio maravilloso. Ahora ni lo veía. Abrió la puerta de su habitación y encendió todas las luces que encontró....se sentó en la cama y al ir a tumbarse rendida, agotada, excitada....fué consciente de algo raro....En la cama, su bolso de colorines sobre un trozo de gruesa cuerda azul... En ese instante se dió cuenta de que se lo había dejado en el local......Lo agarró con miedo y, entreabierto como estaba, pudo ver un sobre amarillo en su interior......¡Dios¡



"...Estaré por fin allí,

donde la luz es débil,

bajo las escamas de piedra,

del dragón vencido en Oriente,

en las sombras...

desde el puente.....

a la sombra de la torre...



Ve¡

Busca la cabeza del ladrón,

petrificada para toda la eternidad,

para vergüenza propia,

para alejar la maldad.



A su espalda,

siente la piedra contra tu pecho,

deja la frialdad penetrar tu piel,

empújala con tus manos desnudas,

respira, respira.....



Cierra los ojos y siénteme...



Me abriré paso entre tus piernas,

romperé tu voluntad,

separaré tus labios y...

hendiré tu femeneidad,

pecando en sacrílego placer,

sacrílego lugar....



No preguntes,

no hables,

no respires...sólo,

insúltame sin gritar,

sin querer,

que las sotanas rueguen por sus almas podridas,

mientras tu y yo sudamos libertad...

placer..."

miércoles, 12 de mayo de 2010

Capítulo. XVI: "A Zamora..."







Tan solo tenía una semana para prepararlo todo y conducir hasta allí. Pero esta vez no se le escaparía. La necesidad de conocer quién era él en verdad, se había convertido en imperiosa. Se preguntaba qué habría pasado con Fernando. Dali fue lo suficientemente piadosa con él cuando la policía con cara de boxeadora le instó a denunciar el mal trato. Tan solo deseaba olvidar aquel episodio, pero le rondaba la idea de que algo nada bueno estaba a punto de suceder…
Cuando llego a la ciudad, dispuso la dirección en el GPS, que la llevo directamente hasta el Antiguo Palacio de la Inquisición, convertido en la actualidad en un bonito hotel…
Aparcó su coche en una estrecha callejuela aledaña y sin pausa, se dirigió decidida al lugar. En recepción una muchacha con aspecto desvencijado y mostrando sus grisáceos dientes coloreados por algún tipo de medicación enfermedad de niñez, la saludó con cierta gracia:
Buenas tardes Señorita. ¿Qué desea?
Dali respondió: “hola, buenas tardes, me llamo Dalila X X, y me preguntaba si…”.
La muchacha no la dejó ni siquiera acabar la frase. “¡Oh, sí! Su nombre… Dalila. Tengo una carta para usted, y una reserva. Su habitación estará lista en un momentito, y si le parece, puede esperar tomando un café en la cafetería del hotel.”
Dali estaba estupefacta. La muchacha le entregó un sobre rosado con un papel tan suave que estremecía tocarlo. Y aun sorprendida, se dirigió a la Cafetería.
“Café con leche, descafeinado de maquina con sacarina, por favor” ordenó al camarero guapito con una de sus mejores sonrisas mientras escogía su asiento. Realmente, el camarero es guapo… rió para sus adentros.
El camarero le dedico una fantástica sonrisa y se dispuso a hacerle el café. Dali miraba su trasero… “mmm tiene un cuerpazo este niño” pensó. Se supo medianamente malévola y quiso flirtear con el.
“Deseas algo más” y ella contestó “Tal vez “con una carcajada medida. “Tú no eres de por aquí verdad?”
Dali y el camarero comenzaron una conversación absurda pero divertida, al menos para ella. “Tal vez, cuando termine mi turno, si te apetece, te puedo enseñar la ciudad en mi moto, me llamo Carlos Boran”
“Encantada” contestó ella, “Yo soy Dali”.
De repente, la cara del camarero se transformó y con cierto disimulo, se escabulló hacia la cocina.
Dali no pudo entender, solo sabía que al oír su nombre, el muchacho voló como alma que lleva el diablo. “Bah… él se lo pierde”
Acomodada, intentando calmar sus nervios, con su café como único acompañante, se dispuso a abrir el sobre…
“Estas aquí,
en el espacio claro,
donde desnudan sus rayos
las tormentas impunes,
endureciendo las cumbres
de los cerros blancos,
enfureciendo al naranjo
de tus deseos en flor.

Estas aquí,
entre mis brazos,
sudando el rosario
de pieles en rezo,
estrangulando mis besos
en lenguas de tu vientre,
apretando los dientes
cuando gimes mi nombre.

Estas aquí,
hundida en mi carne,
cruda y salvaje
guerrera del viento,
pariendo el momento
del bendito ultraje.

Estas aquí,
entre mis piernas,
corriéndote en venas
del erecto fuego,
abortando los velos
de la húmeda espera.”
Sam… tenía que ser él. Solo a él se le ocurrían cosas así. Pero Dali no había viajado para tener sexo con Sam.. o tal vez si. Ciertamente quería respuestas, y tras leer y releer la carta varias veces, terminó su café y resolvió airearse y salir a pasear antes de ir a su habitación.
Con la carta en el bolsillo de sus vaqueros, paseando por las estrechas calles, decidió que necesitaba una ducha, pensó en Sam, en aquella vez en el bar, en el antifaz que conservaba, en Rosarito, en todo lo que ese hombre provocaba en su ser, y mientras pensaba, a sus oídos se acercaba una melodía raramente familiar.
Tina… la gran rockera.. What´s love got to do with it… y escuchando la canción se preguntaba si realmente el amor tenía algo que ver con todo esto.
Who needs a heart when a heart can be broken?




Ay Tina... qué razón tienes… La canción provenía de un bonito pub con un nombre realmente escandaloso “El León Blanco”, amaderado, con olor a rock y a vieja escuela, con música sin estridencias. Dali se asomó. Algo le decía que debía hacerlo, su piel comenzó a erizarse sin saber por qué, y sufrió contracciones vaginales sin explicarse el motivo.
Paró justo en la puerta. Un frio terrible le recorrió las entrañas. Y un calor sofocante la inundó justo después. Las contracciones no cesaron y Dali quedó en la puerta del Pub como una estaca en medio de la nada. Unas muchachas la empujaron para poder entrar, ya que ella bloqueaba el acceso del bar. Quiso volver al hotel. Pero no pudo…
Hechizos… ¿Qué estaba pasando? Conjuros de sexo y piel. Se apartó. Una voz pausada le susurraba en el oído “Vete, márchate de aquí, o serás para siempre la perra de Sharkam”
Se giró violentamente y detrás de ella había una mujer con aspecto cansado y cara indefinida, vestida de blanco. “Vete Dalila, hazlo ahora que puedes, ese hombre es arena, y la arena no se funde, se dispersa”
Dali cerró los ojos, y cuando los abrió la mujer se había desvanecido. No entendía nada. Su sexo empezaba a estar húmedo, lo notaba en el tanga, sus contracciones vaginales aumentaban y se pensó tumbada en la enorme cama del hotel, a medio vestir tocando su ansia, aunque lo único que tenía en sus manos era un enorme agarrador de madera de la puerta del pub.
Cuando entró… de espaldas…

lunes, 10 de mayo de 2010

¿Tu si?





Lunes.

El sueño abandona lentamente su cuerpo, hacia ese lugar desconocido donde espera que llegue de nuevo su hora.

Se despereza rápido y se obliga a levantar,

con rapidez,

con brio.


Aseo, desayuno, ropa, prisas...

el trabajo al final de esa actividad frenética empieza a subirle el estres.....

Se admira en el espejo, se acepta y se puntua...10...

¡¡¡faltaría más¡¡¡


Siente un cosquilleo cuando recuerda su olor,

su ropa desordenada tras el frenesí,

sus leves agujetas en esos lugares tan insospechados...


Echa un vistazo a su cama, que no es la cama....

hoy quedará desordenada,

sin hacer,

como ofrenda silenciosa a esa tarde...


Recordó el día que casi lo empujó hacia ella y él no supo entenderlo...

Y luego...


Baja las escaleras con el recuerdo de ese sabor,

esa humedad,

ese calor....


Cada escalón hace que sienta cómo su ropa se ajusta a su cuerpo,

transmitiendo sensaciones de abrazo viscoso...


Arranca su coche,

sentada sobre el elegante "pellejo" de su asiento,

que la toca casi como él,

al recordarlo...


Echó la cabeza atrás sonriendo y recordó los sonidos del silencio entrecortado...

recordó las caricias que salian de su alma,

que le llegaron al alma...


recordó que lo quería atado,

a su merced...


recordó que al final fue ella quien cayó en sus garras...

recordó cómo latia su corazón,

el de él, el suyo.....

recordó las sonrisas nada cómplices,

sinceras, arqueadas...

recordó su piel ruda,

su vientre curvado,

su pelo en desorden...


recordó su nombre cerrando los ojos,

abriendo su mente,
dejándose envolver en tales recuerdos...


Recordó el miedo de la Reina Negra a su único enemigo invencible...

¿Tu sí?....te envia el Caballo Blanco, lo sé.