Cuando vuelva a venir la primavera
y el sol dore tu piel con sus fulgores
y puedas ver de nuevo lindas flores
y contemplar la cristalina esfera;
cuando ya de mi amor ni tan siquiera
te acuerdes que existió, y otros amores
quizá te hagan feliz con sus candores,
¿quién podrá detenerme en mi carrera?
Muy lejos ya de ti: desamparado,
aunque ahora tu conciencia no lo crea
estaré en una tumba sepultado,
y tal vez llorará quien pase y lea
sobre un trozo de mármol derrumbado:
“Murió el pobre de amor. Bendito sea”.
José Luis Blázquez
Frase del día... (observar)
Hace 6 años
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