El día discurre demasiado lento.
Es gris.
Es duro.
Es tenso y agobiante...
Problema, tras problema,
solución tras solución...nunca tiene fin.
Todo sucede demasiado deprisa,
demasiado lento...no lo sé.
Los latidos de mi agitado corazón bombean aire al estres...
al agobio,
a la presión,
la mayoría de las veces autoimpuesta...
Pero,
de vez en cuando,
un halo negro, brillante, suave, tierno, pausado....
cruza mi mente y,
te pienso....
te recuerdo,
te ansío,
te deseo,
te necesito,....
Sin embargo...
solo te pienso.
Pero ahora el día ya no es gris....
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